lunes, 12 de octubre de 2009

LA ESPALDA DEL MUNDO



Aquella noticia recorrió el planeta. En la sección de anuncios breves de un periódico local destacaba un texto: “Se busca lector perdido. Mediana edad, traje y sombrero de detective, corbata verde pistacho, ojos grandes y catalejo en mano. Visto por última vez en la Librería Atlas”. Había dejado a su librero un documento, en él aseguraba estar en disposición de ofrecer una importante información. Un paraíso a espaldas del rugido del mundo. Un lugar donde enfrentarse a solas con la palabra escrita y la imagen. Un reflejo de binomios fantásticos. Un punto que no figuraba en los mapas. Eso sí, era necesario dominar las artes de la acrobacia, había que adentrarse en un mar de fuerte oleaje, evitar un faro de luz cegadora, rodear la Tierra, colocarse a la espalda, subir con tantas sillas como fuese posible y nunca volver la nariz hacia el oeste, de donde llegaba un fétido olor a capitalismo. Poco después, apareció muerto en la orilla del mar, con el catalejo bien aferrado a su mano.
[Fotografía: Noe, Nice´07]

2 comentarios: