lunes, 4 de julio de 2011

VOLANDO LEJOS, HACIA EL AIRE AZUL

                                                    a Manuel Chacón Calvo

Llega la tarde
y con ella llego a tu regazo.
Duermes el sueño de los mortales.
Respiro el mar,
el que te acuna,
el que trae tus versos
encerrados en una caracola.
El sur tiñe de azul tu rostro,
tu desconocido rostro,
porque el tiempo
aleja y acerca
con su brazo tembloroso
como el rayo.
Y la tarde también cae,
como el llanto
de un sol anaranjado,
que se despide,
atrapado ya en la noche,
esperando que la materia gris
de tu cuerpo
se una con la tierra,
tu tierra,
la que trae brisa de jazmines.

2 comentarios:

  1. Primo, soy yo, Margarita. La tita me leyó tu poema por teléfono pero al leerlo me parece todavía más bonito. Muchas gracias. Seguro que a mi padre le hubiera gustado, y desde donde esté si lo ve, le gustará.

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  2. Gracias, Margarita. Me alegra saber que te gusta. Está escrito con un nudo en el corazón.

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