La carretera espera
como un buda
que ha despertado a la verdad,
anuncia la liberación,
el camino de asfalto que no cesa.
Notas la herida,
la carne agrietada,
la lujuriosa excavación
de tu vientre.
Y el ritmo
chasquea los dedos,
nervioso, improvisado, negro.
Hay un horizonte
al otro lado de la línea que vislumbras:
noches de frío y piel,
viajes hipnóticos.
¿Quién eres?
¿Un tipo golpeado?
¿Un intruso?
¿Un vagabundo del dharma?
La frontera sigue estando
un paso hacia adelante.
me inspira y trémula nómada, avanzo ese paso desconocida-mente, profundo...
ResponderEliminary entre paso y paso transformas fronteras...
ResponderEliminar